jueves, 24 de junio de 2010

NOCHE DE SAN JUAN


Esta es una fecha en la que numerosas leyendas fantásticas son unánimes al decir que es un período en el que se abren de par en par las invisibles puertas del “otro lado del espejo”: se permite el acceso a grutas y castillos encantados; se liberan de sus prisiones las princesas, braman los dragones, afloran raros espíritus duendiles, las mozas enamoradas sueñan y adivinan quién será el galán que las despose; las plantas venenosas pierden su dañina propiedad y, en cambio, las salutíferas centuplican sus virtudes, el rocío cura ciento y una enfermedades y además hace más hermoso y joven a quien se embadurne todo el cuerpo, los helechos florecen al dar las doce campanadas... y todo esto ya nos viene desde tiempos medievales en la literatura:

Romance del Infante Arnaldos

¡Quién hubiera tal ventura sobre las aguas del mar

como hubo el Infante Arnaldos la mañana de San Juan!

Andando a buscar la caza para su falcón cebar,

vio venir una galera que a tierra quiere llegar;

las velas trae de sedas,

la ejarcia de oro torzal,

áncoras tiene de plata,

tablas de fino coral.

Marinero que la guía,

diciendo viene un cantar,

que la mar ponía en calma,

los vientos hace amainar;

los peces que andan al hondo,

arriba los hace andar;

las aves que van volando,

al mástil vienen posar.

Allí habló el infante Arnaldos,

bien oiréis lo que dirá:

-Por tu vida, el marinero,

digasme ora ese cantar.

Respondióle el marinero,

tal respuesta le fue a dar:

-Yo no digo mi canción

sino a quien conmigo va.

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