viernes, 30 de agosto de 2013

Sus alas de gigante le impiden caminar.


    El albatros


      Por divertirse a veces suelen los marineros
      Cazar a los albatros, aves de envergadura,
      Que siguen, en su rumbo indolentes viajeros,
      Al barco que se mece sobre la amarga hondura.


      Apenas son echados en la cubierta ardiente,
      Esos reyes del cielo, torpes y avergonzados,
      Sus grandes alas blancas abaten tristemente
      Como remos que arrastran a sus cuerpos pegados.


      ¡Este viajero alado, oh qué inseguro y chico!
      ¡Hace poco tan bello, qué débil y grotesco!
      ¡Uno con una pipa le ha chamuscado el pico,
      Imita otro su vuelo con renqueo burlesco!


      El poeta es semejante al príncipe del cielo
      Que puede huir las flechas y el rayo frecuentar;
      Entre mofas y risas exiliado en el suelo,
      Sus alas de gigante le impiden caminar.

      (9 de abril de 1821 - 31 de agosto de 1867

miércoles, 28 de agosto de 2013

A cincuenta años de un gran sueño

El 28 de agosto de 1963 Martin Luther King brindó su discurso "Yo tengo un sueño" en los escalones del monumento a Lincoln en Washington D.C.  Leer texto completo de una oratoria histórica.

"... Yo tengo un sueño que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo, creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales.
Yo tengo un sueño que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad.
Yo tengo un sueño que un día incluso el estado de Mississippi, un estado desierto, sofocado por el calor de la injusticia y la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia.
Yo tengo un sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter.
¡Yo tengo un sueño hoy!..."

Martin Luther King

lunes, 26 de agosto de 2013

Cortázar y 50 años de un clásico precursor

"Oh mi amor, te extraño, me dolés en la piel, en la garganta, cada vez que respiro es como si el vacío me entrara en el pecho donde ya no estás."

(Bruselas, 26 de agosto de 1914-París, 12 de febrero de 1984)


Un día como hoy pero del año 1914 nacía el genial escritor Julio Cortázar, quien hace cincuenta años publicaba su obra Rayuela, la cual marcó una revolución literaria en cuanto a su innovador estilo precursor del hipertexto.

Sus frases, textos y pensamientos, repletos de poesía y reflexión, son una fuente cotidiana de inspiración y arte, dignas de celebrar y recordar en todas sus expresiones.

Es  por ello que hoy, ante un nuevo aniversario de su llegada a este mundo, lo recordamos con uno de sus breves relatos en su propia letra y voz.

Esperamos les guste y conozcan un poco más Julio Cortázar.

Aplastamiento de las gotas


    Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol. 
    Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.

jueves, 22 de agosto de 2013

Día Mundial del Folklore

Como cada año en el día de hoy se celebra el Día Mundial del Folklore, declarado así por la UNESCO dado que en esta fecha, pero del año 1846, el antropólogo  William John Thomson acuñó el término por primera vez.

Para conmemorar esta hermosa manifestación cultural, que también se expresa de forma particular en Uruguay, les dejamos un clásico de nuestras tierras

¡Que lo disfruten!


miércoles, 21 de agosto de 2013

Poesía de la literatura




Místico en tu Naturaleza
presagias tiempos dificiles
viajas y aún cabalgas
Tú el de la Triste Figura!

Es El y ningún otro,
a pesar de su yelmo de Mambrino,
bella bacia de barbero vi brillar
en su fria heroica frente.

Y esbelto Rocinante
al que vi también
orgulloso yo danzar
a pesar de su cojera.

En su asno vi así mismo
bamboleando a Sancho Panza
y gracil como un guante.

***
De España Caballero Andante
no te cansas de cabalgar
¿No has harto ya sufrido
de todas tus andanzas?

Entiendo tu mirada
Ella me advierte
no atreverme yo a burlarme
La respuesta brilla en tus ojos:
Aún hay Molinos por vencer!

***
Eterno es el Cabalgar
del caballero de la Mancha
en mi mente y en muchas más
perdura en nuestras luchas diarias.

Cuándo peligros nos acechan
y previsores pestañamos
y hacia molinos enviamos
nuestras valientes tropas

Se levanta de la tumba Don Quijote
y para honor de nuestros caballeros
es El, quién dirige la batalla!
Es El, quién porta el mando!


 (22 de agosto de 1860 - 8 de febrero de 1911)

lunes, 19 de agosto de 2013

Ay voz secreta


Ay voz secreta del amor oscuro
¡ay balido sin lanas! ¡ay herida!
¡ay aguja de hiel, camelia hundida!
¡ay corriente sin mar, ciudad sin muro!

¡Ay noche inmensa de perfil seguro,
montaña celestial de angustia erguida!
¡Ay silencio sin fin, lirio maduro!

Huye de mí, caliente voz de hielo,
no me quieras perder en la maleza
donde sin fruto gimen carne y cielo.

Deja el duro marfil de mi cabeza
apiádate de mí, ¡rompe mi duelo!
¡que soy amor, que soy naturaleza! 

Federico García Lorca
junio 1898 - agosto 1936

jueves, 15 de agosto de 2013

Para pensar este Día del Niño: ¿qué están viviendo tus hijos?


LOS NIÑOS APRENDEN LO QUE VIVEN

Si un niño vive en la crítica,
aprende a condenar.
Si un niño vive en la hostilidad,
aprende a pelear.

Si un niño vive con miedo, 
aprende a ser aprehensivo.
Si un niño vive con compasión,
aprende a sentir pena por él mismo.

Si un niño vive en el ridículo,
aprende a ser tímido.
Si un niño vive en los celos,
aprende lo que es la envidia.

Si un niño vive en la vergüenza,
aprende a sentirse culpable.
Si un niño vive con estímulo,
aprende a ser confiado.

Si un niño vive con tolerancia,
aprende a ser paciente.
Si un niño vive con alabanza,
aprende as ser compasivo.

Si un niño vive compartiendo,
aprende a ser generoso.
Si un niño vive con aceptación,
aprende a amar.

Si un niño vive con beneplácito,
aprende a quererse.
Si un niño vive con reconocimiento,
aprende que es bueno tener objetivos.

Si un niño vive con honestidad y limpieza,
aprende lo que son la verdad y la justicia.
Si un niño vive con amistad,
aprende que el mundo es un buen lugar para vivir.

lunes, 12 de agosto de 2013

El infinito en la palma de tu mano




Para ver el mundo en un grano de arena,
Y el cielo en una flor silvestre,
Abarca el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora.

Aquel que se liga a una alegría
Hace esfumar el fluir de la vida;
Aquel que besa la joya cuando esta cruza su camino
Vive en el amanecer de la eternidad.

(Londres, 28 de noviembre de 1757 - 12 de agosto de 1827)




jueves, 8 de agosto de 2013

Un poema de nostalgia



Un beso. Y va lejos. Desaparece
en el fondo, allá donde se pierde
la calle boscosa, que parece
un gran corredor en el verde.
Rememoro aquí donde hace poco
vestía el bello traje gris:
vuelvo a ver el crochet, las novelas
y cada sutil vestigio...
Me inclino en el balcón. Abandono
la mejilla sobre la baranda.
Y no estoy triste. No estoy
más triste. Esta noche retorna.
Alrededor declino el verano.
Y sobre un geranio bermellón,
agitando las alas caudales,
planea un enorme Papilio...
El azul infinito del día
es como la seda bien extendida;
pero sobre la llanura serena
la luna ya piensa el regreso.
La charca brilla. Se calla
la rana. Pero guiña un resplandor
de una fuerte verde esmeralda, de brasa
azul: el martín pescador.
Y no estoy triste. Pero me quedo
perplejo si miro el jardín...
¿Perplejo de qué? Nunca me he
sentido tan niño...
¿Perplejo de qué? De las cosas.
Las flores me parecen extrañas:
aunque hay siempre rosas,
aunque hay siempre geranios...

(19 de diciembre de 1883-9 de agosto de 1916)

Versión de Rosemarie Heyn y Lorenzo Peirano

lunes, 5 de agosto de 2013

El miedo mata



A cierto autor leía hasta muy tarde
era ya media noche y tuve miedo.
¿Miedo de qué ?, no sé, pero fue horrible. 
Presentí entre jadeos y estertores
Que pronto iba a pasar algo terrible...
Detrás de mí, creí sentir entonces
una rara presencia a mis espaldas
con una risa atroz y muy nerviosa :
mas no escuchaba nada, ¡Qué tortura !
Sentir que alguien tocaba mis cabellos,
con su mano llegando hasta mi hombro,
sentir que iba a morir si lo escuchaba.
Cada vez más cercano se inclinaba
y yo para salvarme no quería
dar vuelta mi cabeza, ni moverme...
Giraban con horror mis pensamientos
como aves en un cielo de tormenta,
un sudor frío congelaba el cuerpo
y en aquel cuarto sólo se escuchaba 
castañetear mis dientes atrozmente. 
Y de repente se escuchó un crujido
y di un grito de horror enloquecido
como nunca se oyó salir de un pecho,
para caer de espaldas, yerto y tieso.

(Dieppe 5 de agosto de 1850 - París 6 de julio de 1893)

jueves, 1 de agosto de 2013

Un adiós a otro grande

LA GRAN VIAGRA



El Premio Nobel a los químicos del Viagra me alegró tanto como si me lo hubiesen dado a mí. Toda la vida los premios se los han dado a los trágicos, a los que nos hacen sufrir, desde Sarah Bernhardt a Mijail Cherkasov. Jamás a quienes nos dieron goce como Chaplin o Buster Keaton. Ahí está una de las cosas cómicas del Hombre: siempre premia a quien lo hace llorar. Pero esta vuelta, en este Nobel triunfó el principio del placer, dijera el viejo Freud. Y los químicos bien que se lo merecían. Venían desde la alquimia buscando filtros de felicidad hasta que lo lograron.
Bien por todos esos laboratorios que si no existieran no tendríamos agendas ni biromes, ni blocks ni esa publicidad con la cual mantenemos las familias de los escribas de nuestra revista. El Hombre necesita que le cuenten cuentos. Así fue que nació la publicidad, luego de que la gallina nos entregó el primigenio jingle de su cacareo, cuando anunció que había puesto su milagroso producto en el mercado. Atrás de ella vinieron los mercaderes, los verduleros, los vendedores de autos usados, los ministros de Economía, los políticos, porque el Hombre necesita creer en algo para mantenerse en pie.
Cuando yo era niño creía en el cine, mi madre creía en mi padre, mi padre creía en el Gobierno. En aquellos tiempos, ya lo dijo el Pulga, había que creer y/o reventar. Hoy, hay que reventar nomás; pero, en fin, esos son problemas de elección y no de erección.
Y al Hombre, desde que surgió en la faz de la Tierra lo primero que le preocupó fue su erección. Inmediatamente el Ñato Neanderthal y el Coco Cromagnon comprendieron que si no se paraban en dos patas jamás les iban a hacer un monumento y que si seguían caminando en cuatro cuando mucho ocuparían la parte de abajo de dicho monumento. A lo más les harían un busto, pero esto les sonaba algo femenino a aquellos viejos varones del Paleolítico. De ahí que empezaron por gatear esforzadamente hasta que pudieron ponerse de rodillas, y así erguidos, se hicieron religiosos y rogaron por su erección en las más diversas formas. Una de ellas fue el Obelisco que lo tengo allí en la ventana de la Revista y no me deja mentir. ¡Qué Obelisco! Debe ser el más osado en todo el mundo: tiene de todo. No sólo esas enormes esferas, por demás alusivas, sino esas fieles guardianas de nuestra Constitución, verdaderas Misses Universo del Fisicoculturismo Democrático. Los obeliscos de París o Buenos Aires al lado del nuestro son inocentes bebés de pecho.
A comienzos de siglo, para abreviar, se nos vino el Positivismo. El Hombre empezó a dejar de lado aquella postura religiosa, decidió pararse de patas y hacer realidad todas aquellas fantasías. La publicidad y la ciencia lo ayudaron. Pronto la prensa dio cuenta de milagrosos productos como: Jerez Lukol-Afrodisíaco. Gran vino de Johimbina-El mejor remedio para combatir la debilidad genital y la neurastenia sexual. Miles de referencias de curas maravillosas.
En fin, por aquella época, ¿quién iba a andar por allí bocinando sus insuficiencias como para que alguien le diese referencias?
Pero de todos modos siempre era mejor que entrar a comprar el cinturón electromagnético Electromart y recibir la mirada cachadora ya repugnante del vendedor tratando de adivinar si lo que uno tenía era: debilidad sexual, neurastenia o impotencia.
También podía curarse con Oxydonor, que además de todo lo otro curaba: nerviosidad, reumatismo, sífilis de la sangre, del estómago, catarro, fiebres, anemias, parálisis, enfermedades del hígado, los riñones y otras no mencionadas.
Y por qué no tomar las Grageas potenciales del Dr. Soivre que «más que un medicamento son un alimento esencial del cerebro, médula y todo el sistema nervioso, aumentando el vigor sexual. Indicadas especialmente a los agotados en su juventud, a los que verifican trabajos excesivos, tanto físicos como morales o intelectuales, deportistas, hombres de ciencia, financieros, artistas, comerciantes, industriales, pensadores»(!).
Aunque había quienes preferían las Perlas de oro de D'Eolty que curaban «rápidamente y en el acto no sólo la impotencia y la falta de vigor sexual, sino la espermatorrea, pérdidas seminales, vértigos y trastornos nerviosos para las mujeres».
Como ven había para todos los gustos. Existía quien prefería entrar a taller, como lo hacían quienes concurrían al Instituto Electrotécnico donde le enseñaban «todo lo que Ud. debe saber de impotencia (debilidad sexual)».
Pero tal como lo demuestra este bien merecido Nobel al Viagra ni la ciencia ni la publicidad se hicieron en un día. Necesitaron de muchos pioneros como estos honestos, valientes, generosos hombres que ofrendaron lo mejor de su ingenio y capacidades, para que el niño que habita en cada hombre pudiese gozar y soñar sin importarle su Edipo y aquellos felices tiempos que vivió con mamá, antes de conocer a papá.