viernes, 29 de julio de 2022

Meditación en el umbral




No, no es la solución
tirarse bajo un tren como la Ana de Tolstoi
ni apurar el arsénico de Madame Bovary
ni aguardar en los páramos de Ávila la visita
del ángel con venablo
antes de liarse el manto a la cabeza
y comenzar a actuar.
Ni concluir las leyes geométricas, contando
las vigas de la celda de castigo
como lo hizo Sor Juana. No es la solución
escribir, mientras llegan las visitas,
en la sala de estar de la familia Austen
ni encerrarse en el ático
de alguna residencia de la Nueva Inglaterra
y soñar, con la Biblia de los Dickinson,
debajo de una almohada de soltera.
Debe haber otro modo que no se llame Safo
ni Mesalina ni María Egipcíaca
ni Magdalena ni Clemencia Isaura.
Otro modo de ser humano y libre.
Otro modo de ser.

viernes, 22 de julio de 2022

Talita del pedregal




Vi cierta vez
Un arbolito nacido entre las piedras
                              Arrastraba el pocho harapiento de su sombra
Y se revolvía en fiero remolino
De nudos y de espinas ante la adversidad
De pronto, sentí un poco de pena
Y mucho orgullo por aquel desamparado
Talita del pedregal!

Talita del pedregal
Espina y sombra harapienta
Tronco ñudoso y torcido
De andar cuerpiando centellas!

Quién puede exigirte flores
Puestero de la miseria
... No ha de tener más que espinas
Quien se ha criao entre las piedras

Sólo algún clavel del aire
Nace... del aire, en tu oreja
Candil de los espineros
Que te erizan la melena

Sólo las tardes de lluvia
Te emponchan color de ausencia…
Sólo las noches de luna
Te acarician y te besan!

Bien haiga la nube blanca
Pañuelo de tu tristeza
De andar trepando los cerros
Sin alcanzar las estrellas…

-Yo también repecho cumbres
Aquerenciado en la ausencia
Con unos pájaros locos
Aletiando en la cabeza…

Yo también alzo cien puños
En las noches de tormenta
Chairando espinas al viento
P ‘ hacer patancha a las penas…

Yo también saco claveles
…del aire!
Y de mi tristeza
De andar tan alto en los cerros
Sin alcanzar las estrellas…

Talita del pedregal!
Espina… y sombra harapienta! 

 

viernes, 15 de julio de 2022

La estrella misteriosa


Yo no sé dónde está, pero su luz me llama,
¡oh misteriosa estrella de un inmutable sino!...
Me nombra con el eco de un silencio divino
y el luminar oculto de una invisible llama.
Si alguna vez acaso me aparto del camino,
con una fuerza ignota de nuevo me reclama:
gloria, quimera, fénix, fantástico oriflama
o un imposible amor extraño y peregrino...

Y sigo eternamente por la desierta vía
tras la fatal estrella cuya atracción me guía,
mas nunca, nunca, nunca a revelarse llega!
Pero su luz me llama, su silencio me nombra,
mientras mis torpes brazos rastrean en la sombra
con la desolación de una esperanza ciega...


viernes, 8 de julio de 2022

Vacaciones de invierno

Caricatura de Julián Muguía / Jaime Clara

Ya en el viaje de ida, insensiblemente y sin que los dos se dieran cuenta, los papeles se fueron invirtiendo.
Ahora era Antonio el que preguntaba y Luis el que explicaba y enseñaba. 
Antonio empezó a descubrir un mundo nuevo y a valorar la importancia de las pequeñas cosas. Cuando el ómnibus dejó la ruta principal y entró en una carretera secundaria, Luis le fue mostrando los campos y las casas de la gente que conocía. 
-¿Y aquella allá en lo alto? 
-Es una vieja tapera. La llaman "La tapera del Inglés". 
-¿Hay ingleses por acá? 
-No. Hubo uno en el siglo pasado.
Cuando se bajaron en Cañada Seca, la familia en pleno los estaba esperando: el padre, la madre y la hermanita de Luis, que tenía nueve años. 
El pueblo era brevísimo. Una calle larga, de ocho o diez cuadras, cruzada por otras tantas transversales, que a cincuenta metros empezaban a diluirse y a cien ya se volvían otra vez campo. Algunos comercios, una escuela, una capilla. 
-¿Por qué se llama Cañada Seca?
-¿Ves allí – le dijo el padre -, que hay como un cañadón, como una zanja grande? En el siglo pasado eso era una cañada, pero en unas crecientes muy grandes el agua cortó otro cauce un quilómetro más allá y éste quedó seco. Por eso el nombre. 
El ómnibus volvió a arrancar y siguió su camino...

viernes, 1 de julio de 2022

No es más

 
Un poema no es más
que una conversación en la penumbra
del horno viejo, cuando ya
todos se han ido, y cruje
afuera el hondo bosque; un poema

no es más que unas palabras
que uno ha querido, y cambian
de sitio con el tiempo, y ya
no son más que una mancha,
una esperanza indecible;

un poema no es más
que la felicidad, que una conversación
en la penumbra, que todo
cuanto se ha ido, y ya
es silencio.