jueves, 7 de marzo de 2024

Tierra viva

Autorretrato con collar de espinas y colibrí / Frida Kahlo
                    

     Con gérmenes de vidas,
con residuos,
con fragmentos de muertes,
vivo.
He nacido de un día
en que el sol incendiaba
la clara primavera.
Con las lilas, las ramas,
con las tiernas
bestezuelas hinchadas de alegría.
De un calor y de un limo.
De un varón y una hembra.
Yo, súbita alimaña de la luz.
Yo, súbito pedazo de la tierra.
(Tierra mágica, tierra interminable,
tierra de signos, honda.
Tierra nueva.)
Mixta yo de raíces
y de voces aéreas,
y de resurrecciones,
y de fieras, remotas
inocencias telúricas...
     Me afirmo vertical
en el aire purísimo,
compacta tolvanera
de la tierra más áspera,
hoy que trae la lluvia
sus ángeles disueltos
para podar extensas llamaradas.
Yo soy del fresco mundo
recién creado, tierra.
Tierra con gozo y con orgullo.
Viva.

     María Beneyto

viernes, 1 de marzo de 2024

Si me preguntas por las cinacinas


Cinacina / Jardín Botánico de Paysandú


Si me preguntas por las cinacinas,
te hablaré de los ojos de las chinas;
si me preguntas por las sierras claras,
te pediría que me acompañaras.

Aquél es un zorzal, éste un hornero.
Pregúntame por todo lo que quiero;
por la mujer, pregúntame, y el hombre;
amigos todos sin saber su nombre.

Campo de piedra gris, sombra de toro
y las barras del día, barras de oro.
Con la fresca ensillemos y al camino,
a montear, en picada de Quirino,
o al Batoví, donde la Virgen duerme,
india de tierra y, como tierra, inerme.

Soy un cantor que canta para adentro,
mas en todos los pájaros me encuentro;
oye al dorado, escúchalo al jilguero,
ellos te dicen dónde te quiero.

Campos azules de la madrugada,
las nubecillas de la borregada,
el humito del rancho y las gallinas;
si me preguntas por las cinacinas...

Aquí se sella la amistad a mano,
bajo el ancho sombrero del paisano,
en medio de la noche, tan sombría.
dame un tordillo para hallar el día.

Washington Benavides

viernes, 23 de febrero de 2024

Ya casi se me fue la tarde...


Juan Cunha y su esposa Wilda Belura


Ya casi se me fue la tarde mira
Como decir un vuelo un aire nada
No más un ademán una mirada
Y lo demás se calla y se suspira

Viene la brisa vase vuelve gira
Se entretiene un momento de pasada
Y es tan breve la dulce luz dorada
Y tan hermosa es quién no delira

Mas casi se me fue y no sabré cómo
Pronto no la veré cuando me asomo
Ya no sabré y adónde diré adónde

Por dónde se alejó por cuál recodo
No la veré al momento y será todo
No está diré ni sé dónde se esconde

                          Juan Cunha

viernes, 16 de febrero de 2024

Sinfonía en rojo



Roja, toda roja vi siempre la vida; 

como una inmensa hoguera 

donde quemaba bien 

mi pobre corazón, rojo también. 

Todo rojo el camino, 

todo rojo el sendero 

a seguir 

y el día a vivir. 

y rojo el mundo entero. 

Rojo de amor, 

y de dolor 

y de horror… 

En ese vasto incendio 

(brasa, flama, carbunclo), 

que todo centelleante apareció, 

en esa luminaria, 

¿qué había de ser yo, 

alma furtiva 

y temeraria, 

qué había de ser yo 

sino una llama viva? 

Elisabeth Mulder

viernes, 9 de febrero de 2024

Carnaval

 

 

 

 

 

 


Bella ficción de reinas y de reyes…
Oh, carnaval, alegre carnaval,
que unces tus yuntas de mejores bueyes
y aras la carne en el vaivén del vals.

Arado que revuelcas corazones,
en surcos de dolor y de placer,
y arrancas las raíces y tocones,
que dejaron las siembras del ayer.

Queda, desnuda, la cachonda era,
apta para la nueva primavera,
que vaticina el grito del amor.

Grito y clarín de la fecunda guerra
en que hasta las lombrices de la tierra
sueñan el sueño de la flor.

Luis Llorens Torres

viernes, 2 de febrero de 2024

Esencia


Esencia
Nunca nombrarla, nunca.
Ni callarla siquiera.
Solamente crecer de sus raíces
con asombrado llanto.
Ser y morir tan solo
para justificarla
como naturaleza
y sumisa costumbre.
 
Madurará con pausa
y exactitud de necesaria estrella
y solo incertidumbres
me probarán su órbita,
su doloroso amor, su cumplimiento.
Será un desgarramiento
elemental, constante.
Desesperada espera
—lo sé—desesperada.
 
Y sin embargo, nada
persistirá más cierto
que su sabiduría,
que sus sencillas fiestas.
Como el rosal seguro de la rosa.
 
Y yo seré la sombra
de su florecimiento,
yo viviré acatando
su voz y su silencio,
en indefensa tierra,
irrenunciablemente.

María Elena Walsh

viernes, 26 de enero de 2024

Los últimos ángeles de la tarde

 Selva Casal en Montevideo en 2010 / Walter Diconca


En este lugar maravilloso vive la tristeza
maravillosos son los días que transcurren
y no sé por qué
yo tenía un sombrero con cerezas
un tío que se llamaba Juan
en el jardín enterraba los pájaros muertos
que siempre resucitaban eso era seguro
nada de esto volverá a ocurrir
no obstante eso respiro todavía
no me acostumbraré jamás
ni a la muerte ni a la vida
si me siento a llorar dirán que estoy loca
si me quedo callada también
y tú dónde estás quién eres
por qué lees este poema
algunas flores se despiertan tarde
no puedo abandonar pensamientos de la nada
porque no sé lo que es morir
y apenas lo sospecho
hoy que es lunes que es martes que es siempre
no sé a quien le hablo
ni por qué se suicidan de amor
mi casa no es mi casa
como si todos hubieran desaparecido por encanto
para después reencarnarse en locos vagabundos
para así atrapar
a los últimos ángeles de la tarde.

Selva Casal Muñoz