viernes, 25 de noviembre de 2016

¿La vida?

Decidme cómo es un árbol.
Decidme el canto de un río
cuando se cubre de pájaros.
Habladme del mar. Habladme
del olor ancho del campo.
De las estrellas. Del aire.
Recitadme un horizonte
sin cerradura y sin llaves
como la choza de un pobre.
Decidme cómo es el beso
de una mujer. Dadme el nombre
del amor: no lo recuerdo.
(¿Aún las noches se perfuman
de enamorados con tiemblos
de pasión bajo la luna?
¿O sólo queda esta fosa,
la luz de una cerradura
y la canción de mis losas?)
22 años. Ya olvido
la dimensión de las cosas,
su color, su aroma… Escribo
a tientas: el mar, el campo…
Digo bosque y he perdido
la geometría del árbol.
Hablo por hablar de asuntos
que los años me borraron.
(No puedo seguir: escucho
los pasos del funcionario).

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Adolescente fui...


Adolescente fui en días idénticos a nubes,
cosa grácil, visible por penumbra y reflejo,
y extraño es, si ese recuerdo busco,
que tanto, tanto duela sobre el cuerpo de hoy.

Perder placer es triste
como la dulce lámpara sobre el lento nocturno;
aquel fui, aquel fui, aquel he sido...
era la ignorancia mi sombra.

Ni gozo ni pena; fui niño
prisionero entre muros cambiantes;
historias como cuerpos, cristales como cielos,
sueño luego, un sueño más alto que la vida.

Cuando la muerte quiera
una verdad quitar de entre mis manos,
las hallará vacías, como en la adolescencia,
ardientes de deseo, tendidas hacia el aire.



viernes, 18 de noviembre de 2016

Carta a Vala Nureddin



Hermano mío,
enviadme libros con finales felices,
que el avión pueda aterrizar sin novedad,
el médico salga sonriente del quirófano,
se abran los ojos del niño ciego,
se salve el muchacho al que mandan fusilar,
vuelvan las criaturas a encontrarse las unas con las otras,
y se den fiestas, se celebren bodas.
¡Que la sed encuentre al agua,
el pan a la libertad!
Hermano mío,
enviadme libros con finales felices,
esos han de realizarse
al fin y al cabo.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Dance me to the end of love


Baila conmigo hasta tu belleza con un violín ardiente 
Baila conmigo a través del pánico hasta que esté a salvo 
Llévame como una rama de olivo y sé mi paloma protectora
Baila conmigo hasta el fin del amor 

Oh déjame ver tu belleza cuando los testigos se han ido 
Déjame sentir tus movimientos tal y como lo hacen en Babilonia 
Muéstrame poco a poco aquello de lo que solo conozco los límites 
Baila conmigo hasta el fin del amor 

Baila conmigo hasta el momento de la boda, bailemos una y otra vez 
Baila conmigo con mucha ternura y baila conmigo por mucho tiempo
Estamos los dos por debajo de nuestro amor, estamos los dos por arriba 
Baila conmigo hasta el fin del amor 

Baila conmigo hasta los niños que están pidiendo nacer 
Baila conmigo a través de las cortinas que nuestros besos han gastado 
Levanta una tienda de refugio ahora, aunque cada hilo se rompa 
Baila conmigo hasta el fin del amor 

Baila conmigo hasta tu belleza con un violín ardiente 
Baila conmigo a través del pánico hasta que esté a salvo
Tócame con tu mano desnuda o tócame con tu guante 
Baila conmigo hasta el fin del amor 

Leonard Cohen

viernes, 4 de noviembre de 2016

Luna

Luna nueva / José Cuneo
Tan perfecta y blanca.
Tan alta!
Tan lejana y blanca.

Lejos de la muerte,
y de la vida lejos.
Lejos de los llantos.
De las risas, lejos.
Tanto!

No sabe esta luna
cómo todo es triste.
Cómo es bello el mundo
y la misma muerte acaso,
acaso, es volver sin irse.

Sola arriba, sola.
Tan perfecta y blanca.
Tan alta!
Tan tejos de todo!

Nada arriba, nada.
Ella sola y nada.