viernes, 30 de diciembre de 2016

Aquel nuevo año



En este año que viene 
Próspero lleno de 
Alegría quiero 
Brindarles a todos un 
Hermoso y maravilloso 
Día

Vengan amigos risueño 
Y contemplen el cielo 
Su encanto, de aquellas 
Iluminadas luces que 
Dan la bienvenida a un 
Nuevo año.

Mientras en las noches 
Prende en sus velos 
La mesa se a lista y el 
Pavo acompañado de 
Flores y vinos para 
Deleitarse con sus 
Allegados.

En este día de gozo les 
Deseo proponer algo 
Apartar la tristeza y 
Penas del dolor que nos 
Hace daño.

Esperemos en nuestras 
Puertas esa alegría que 
Abraza la cuna 
Abrazando a nuestros 
Hermanos de aquel 
Beso lleno de ternura.

Cuando en levante del 
Amanecer del día de 
Quien no lo haya 
Olvidado recordará 
Aquella linda noche de 
La bienvenida de aquel 
Nuevo año.


                                       Miguel Peñafiel

miércoles, 28 de diciembre de 2016



Estimado usuario: recuerda que para estas vacaciones nuestra biblioteca cuenta con una colección recreativa a tu disposición.

Nuestro horario de verano (enero - febrero) es de 08:00 a 15:00 hs. de lunes a viernes.

"Para viajar no hay mejor nave que un libro"



viernes, 23 de diciembre de 2016

Sueño despierto



Yo sueño con los ojos 
Abiertos, y de día 
Y noche siempre sueño. 
Y sobre las espumas 
Del ancho mar revuelto, 
Y por entre las crespas 
Arenas del desierto 
Y del león pujante, 
Monarca de mi pecho, 
Montado alegremente 
Sobre el sumiso cuello,? 
Un niño que me llama 
Flotando siempre veo!
   
                                                                     José Martí






    

viernes, 16 de diciembre de 2016

La flor del aire



                                                      Yo la encontré por mi destino, 
                                                      de pie a mitad de la pradera, 
                                                      gobernadora del que pase, 
                                                      del que le hable y que la vea. 

                                                     Y ella me dijo: "Sube al monte. 
                                                     Yo nunca dejo la pradera, 
                                                     y me cortas las flores blancas 
                                                     como nieves, duras y tiernas." 

                                                     Me subí a la ácida montaña, 
                                                     busqué las flores donde albean, 
                                                     entre las rocas existiendo 
                                                     medio dormidas y despiertas. 

                                                    Cuando bajé, con carga mía, 
                                                    la hallé a mitad de la pradera, 
                                                    y fui cubriéndola frenética, 
                                                    con un torrente de azucenas. 

                                                   Y sin mirarse la blancura, 
                                                   ella me dijo: "Tú acarrea 
                                                   ahora sólo flores rojas. 
                                                   Yo no puedo pasar la pradera." 

                                                  Trepe las penas con el venado, 
                                                  y busqué flores de demencia, 
                                                  las que rojean y parecen 
                                                 que de rojez vivan y mueran.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Balada del amor tardío


Amor que llegas tarde,
tráeme al menos la paz:
Amor de atardecer, ¿por qué extraviado
camino llegas a mi soledad?

Amor que me has buscado sin buscarte,
no sé qué vale más:
la palabra que vas a decirme
o la que yo no digo ya...

Amor... ¿No sientes frío? Soy la luna:
Tengo la muerte blanca y la verdad
lejana... —No me des tus rosas frescas;
soy grave para rosas. Dame el mar...

Amor que llegas tarde, no me viste
ayer cuando cantaba en el trigal...
Amor de mi silencio y mi cansancio,
hoy no me hagas llorar.

viernes, 2 de diciembre de 2016

El puente


¡Qué mansa pena me da!
El puente siempre se queda y el agua siempre se va.

El río es andar, andar
hacia lo desconocido;
ir entre orillas vencido
y por vencido, llorar.
El río es pasar, pasar
y ver todo de pasada;
nacer en la madrugada
de un manantial transparente
y morirse tristemente
sobre una arena salada.
El puente es como clavar
voluntad y fundamento;
ser piedra en vilo en el viento,
ver pasar y no pasar.
El puente es como
cruzar aguas que van de vencida;
es darle la despedida
a la vida y a la muerte
y quedarse firme y fuerte
sobre la muerte y la vida.
Espejo tienen y hechura
mi espíritu y mi flaqueza,
en este puente, firmeza,
y en este río, amargura.
En esta doble pintura
mírate, corazón mío,
para luego alzar con brío
y llorar amargamente,
esto que tienes de puente
y esto que tienes de río.
                                     Manuel Benítez Carrasco

viernes, 25 de noviembre de 2016

¿La vida?

Decidme cómo es un árbol.
Decidme el canto de un río
cuando se cubre de pájaros.
Habladme del mar. Habladme
del olor ancho del campo.
De las estrellas. Del aire.
Recitadme un horizonte
sin cerradura y sin llaves
como la choza de un pobre.
Decidme cómo es el beso
de una mujer. Dadme el nombre
del amor: no lo recuerdo.
(¿Aún las noches se perfuman
de enamorados con tiemblos
de pasión bajo la luna?
¿O sólo queda esta fosa,
la luz de una cerradura
y la canción de mis losas?)
22 años. Ya olvido
la dimensión de las cosas,
su color, su aroma… Escribo
a tientas: el mar, el campo…
Digo bosque y he perdido
la geometría del árbol.
Hablo por hablar de asuntos
que los años me borraron.
(No puedo seguir: escucho
los pasos del funcionario).

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Adolescente fui...


Adolescente fui en días idénticos a nubes,
cosa grácil, visible por penumbra y reflejo,
y extraño es, si ese recuerdo busco,
que tanto, tanto duela sobre el cuerpo de hoy.

Perder placer es triste
como la dulce lámpara sobre el lento nocturno;
aquel fui, aquel fui, aquel he sido...
era la ignorancia mi sombra.

Ni gozo ni pena; fui niño
prisionero entre muros cambiantes;
historias como cuerpos, cristales como cielos,
sueño luego, un sueño más alto que la vida.

Cuando la muerte quiera
una verdad quitar de entre mis manos,
las hallará vacías, como en la adolescencia,
ardientes de deseo, tendidas hacia el aire.



viernes, 18 de noviembre de 2016

Carta a Vala Nureddin



Hermano mío,
enviadme libros con finales felices,
que el avión pueda aterrizar sin novedad,
el médico salga sonriente del quirófano,
se abran los ojos del niño ciego,
se salve el muchacho al que mandan fusilar,
vuelvan las criaturas a encontrarse las unas con las otras,
y se den fiestas, se celebren bodas.
¡Que la sed encuentre al agua,
el pan a la libertad!
Hermano mío,
enviadme libros con finales felices,
esos han de realizarse
al fin y al cabo.

viernes, 11 de noviembre de 2016

Dance me to the end of love


Baila conmigo hasta tu belleza con un violín ardiente 
Baila conmigo a través del pánico hasta que esté a salvo 
Llévame como una rama de olivo y sé mi paloma protectora
Baila conmigo hasta el fin del amor 

Oh déjame ver tu belleza cuando los testigos se han ido 
Déjame sentir tus movimientos tal y como lo hacen en Babilonia 
Muéstrame poco a poco aquello de lo que solo conozco los límites 
Baila conmigo hasta el fin del amor 

Baila conmigo hasta el momento de la boda, bailemos una y otra vez 
Baila conmigo con mucha ternura y baila conmigo por mucho tiempo
Estamos los dos por debajo de nuestro amor, estamos los dos por arriba 
Baila conmigo hasta el fin del amor 

Baila conmigo hasta los niños que están pidiendo nacer 
Baila conmigo a través de las cortinas que nuestros besos han gastado 
Levanta una tienda de refugio ahora, aunque cada hilo se rompa 
Baila conmigo hasta el fin del amor 

Baila conmigo hasta tu belleza con un violín ardiente 
Baila conmigo a través del pánico hasta que esté a salvo
Tócame con tu mano desnuda o tócame con tu guante 
Baila conmigo hasta el fin del amor 

Leonard Cohen

viernes, 4 de noviembre de 2016

Luna

Luna nueva / José Cuneo
Tan perfecta y blanca.
Tan alta!
Tan lejana y blanca.

Lejos de la muerte,
y de la vida lejos.
Lejos de los llantos.
De las risas, lejos.
Tanto!

No sabe esta luna
cómo todo es triste.
Cómo es bello el mundo
y la misma muerte acaso,
acaso, es volver sin irse.

Sola arriba, sola.
Tan perfecta y blanca.
Tan alta!
Tan tejos de todo!

Nada arriba, nada.
Ella sola y nada.

viernes, 28 de octubre de 2016

El niño de la noche


Riéndose, burlándose con claridad del día,
se hundió en la noche el niño que quise ser dos veces.
No quise más la luz. ¿Para qué? No saldría
más de aquellos silencios y aquellas lobregueces.

Quise ser... ¿Para qué?... Quise llegar gozoso
al centro de la esfera de todo lo que existe.
Quise llevar la risa como lo más hermoso.
He muerto sonriendo serenamente triste.

Niño dos veces niño: tres veces venidero.
Vuelve a rodar por ese mundo opaco del vientre.
Atrás, amor. Atrás, niño, porque no quiero
salir donde la luz su gran tristeza encuentre.

Regreso al aire plástico que alentó mi inconsciencia.
Vuelvo a rodar, consciente del sueño que me cubre.
En una sensitiva sombra de transparencia,
en un íntimo espacio rodar de octubre a octubre.

Vientre: carne central de todo lo existente.
Bóveda eternamente si azul, si roja, oscura.
Noche final en cuya profundidad se siente
la voz de las raíces y el soplo de la altura.

Bajo tu piel avanzo, y es sangre la distancia.
Mi cuerpo en una densa constelación gravita.
El universo agolpa su errante resonancia
allí, donde la historia del hombre ha sido escrita.

Mirar, y ver en torno la soledad, el monte,
el mar, por la ventana de un corazón entero
que ayer se acongojaba de no ser horizonte
abierto a un mundo menos mudable y pasajero.

Acumular la piedra y el niño para nada:
para vivir sin alas y oscuramente un día.
Pirámide de sal temible y limitada,
sin fuego ni frescura. No. Vuelve, vida mía.

Mas, algo me ha empujado desesperadamente.
Caigo en la madrugada del tiempo, del pasado.
Me arrojan de la noche. Y ante la luz hiriente
vuelvo a llorar desnudo, como siempre he llorado.

martes, 25 de octubre de 2016

Voy a dormir...



Dientes de flores, cofia de rocío, 
manos de hierbas, tú, nodriza fina, 
tenme prestas las sábanas terrosas 
y el edredón de musgos escardados.

Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame. 
Ponme una lámpara a la cabecera; 
una constelación; la que te guste; 
todas son buenas; bájala un poquito.

Déjame sola: oyes romper los brotes... 
te acuna un pie celeste desde arriba 
y un pájaro te traza unos compases

para que olvides... Gracias. Ah, un encargo: 
si él llama nuevamente por teléfono 
le dices que no insista, que he salido...


miércoles, 19 de octubre de 2016

Si has perdido tu nombre...



Si has perdido tu nombre,
recobraremos la puntada de las calles
más solas
para llamarte sin nombrarte.
Si has perdido tu casa,
despistaremos a los guardianes de la
cárcel
hasta dejarlos con su sombra y sin sus
muros.
Si has perdido el amor,
publicaremos un gran bando de palomas
desnudas
para atrasar la vida y darte tiempo.
Si has perdido tus límites,
recorreremos el cruento laberinto
hasta alzar otra forma desde el fondo.
Si has perdido tus ecos o tu origen,
los buscaremos, pero hacia adelante,
en el templo final de los orígenes.
Solamente si has perdido tu pérdida,
cortaremos el hilo
para empezar de nuevo.

jueves, 13 de octubre de 2016

Lo inefable



Yo muero extrañamente...No me mata la Vida,
no me mata la Muerte, no me mata el Amor;
muero de un pensamiento mudo como una herida...
¿No habéis sentido nunca el extraño dolor
de un pensamiento inmenso que se arraiga en la vida,
devorando alma y carne, y no alcanza a dar flor?
¿Nunca llevasteis dentro una estrella dormida
que os abrasaba enteros y no daba un fulgor?...
Cumbre de los Martirios!... Llevar eternamente,
desgarradora y árida, la trágica simiente
clavada en las entrañas como un diente feroz!...
Pero arrancarla un día en una flor que abriera
milagrosa, inviolable!... Ah, más grande no fuera
tener entre las manos la cabeza de Dios!

miércoles, 5 de octubre de 2016

Sabes tanto de mí...

Rafael Alberti y María Teresa León

Sabes tanto de mí, que yo mismo quisiera 
repetir con tus labios mi propia poesía, 
elegir un pasaje de mi vida primera: 
un cometa en la playa, peinado por Sofía. 

No tengo que esperar ni que decirte espera 
a ver en la memoria de la melancolía, 
los pinares de Ibiza, la escondida trinchera, 
el lento amanecer sin que llegara el día. 

Y luego amor, y luego, ver que la vida avanza 
plena de abiertos años y plena de colores, 
sin final, no cerrada al sol por ningún muro. 

Tú sabes bien que en mí no muere la esperanza, 
que los años en mí no son hojas, son flores, 
que nunca soy pasado, sino siempre futuro. 

jueves, 29 de septiembre de 2016

Al alba


Si te dijera, amor mío,
que temo a la madrugada,
no sé qué estrellas son éstas
que hieren como amenazas
ni sé qué sangra la luna
al filo de su guadaña.

Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga,
quiero que no me abandones,
amor mío, al alba,
al alba, al alba.


Los hijos que no tuvimos
se esconden en las cloacas,
comen las últimas flores,
parece que adivinaran
que el día que se avecina
viene con hambre atrasada.

Miles de buitres callados
van extendiendo sus alas,
no te destroza, amor mío,
esta silenciosa danza,
maldito baile de muertos,
pólvora de la mañana.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Con Quevedo, en primavera

Almendro en flor. Vincent van Gogh, 1890.
Todo ha florecido en
estos campos, manzanos,
azules titubeantes, malezas amarillas,
y entre la hierba verde viven las amapolas.
El cielo inextinguible, el aire nuevo
de cada día, el tácito fulgor,
regalo de una extensa primavera.
Sólo no hay primavera en mi recinto.
Enfermedades, besos desquiciados,
como yedras de iglesia se pegaron
a las ventanas negras de mi vida
y el sólo amor no basta, ni el salvaje
y extenso aroma de la primavera.
Y para ti qué son en este ahora
la luz desenfrenada, el desarrollo
floral de la evidencia, el canto verde
de las verdes hojas, la presencia
del cielo con su copa de frescura?
Primavera exterior, no me atormentes,
desatando en mis brazos vino y nieve,
corola y ramo roto de pesares,
dame por hoy el sueño de las hojas
nocturnas, la noche en que se encuentran
los muertos, los metales, las raíces,
y tantas primaveras extinguidas
que despiertan en cada primavera.
Pablo Neruda

martes, 13 de septiembre de 2016

Todavía



No lo creo todavía 
estás llegando a mi lado 
y la noche es un puñado 
de estrellas y de alegría 

palpo gusto escucho y veo 
tu rostro tu paso largo 
tus manos y sin embargo 
todavía no lo creo 

tu regreso tiene tanto 
que ver contigo y conmigo 
que por cábala lo digo 
y por las dudas lo canto 

nadie nunca te reemplaza 
y las cosas más triviales 
se vuelven fundamentales 
porque estás llegando a casa 

sin embargo todavía 
dudo de esta buena suerte 
porque el cielo de tenerte 
me parece fantasía 

pero venís y es seguro 
y venís con tu mirada 
y por eso tu llegada 
hace mágico el futuro 

y aunque no siempre he entendido 
mis culpas y mis fracasos 
en cambio sé que en tus brazos 
el mundo tiene sentido 

y si beso la osadía 
y el misterio de tus labios 
no habrá dudas ni resabios 
te querré más 
                          todavía.  



martes, 6 de septiembre de 2016

Llueve en silencio, que esta lluvia es muda

Llueve en silencio, que esta lluvia es muda
y no hace ruido sino con sosiego.
El cielo duerme. Cuando el alma es viuda
de algo que ignora, el sentimiento es ciego.
Llueve. De mí (de este que soy) reniego...

Tan dulce es esta lluvia de escuchar
(no parece de nubes) que parece
que no es lluvia, mas sólo un susurrar
que a sí mismo se olvida cuando crece.
Llueve. Nada apetece...

No pasa el viento, cielo no hay que sienta.
Llueve lejana e indistintamente,
como una cosa cierta que nos mienta,
como un deseo grande que nos miente.
Llueve. Nada en mí siente...