viernes, 27 de agosto de 2021

No dejes que me vaya sin narrarlo

Muchacha en la ventana / Salvador Dalí


El reclamo de ser para hoy
ni un minuto más lejos
de los otrora idos. Apúntame un recuerdo
pues quiero verlo ahora tal como fue
siniestro, pensativo, profundo como un pozo
inagotable. Y querido. Fue todo para mí
entonces era así de genuino, tan poderoso
que ni el oro lo igualaba. Bastaba con vivirlo
para saber la vida. El cielo y el infierno
el purgatorio.
No dejes que me vaya sin narrarlo.

María Díaz de Guerra

viernes, 20 de agosto de 2021

Tarde

Poema escrito por Idea Vilariño en una hoja de cala

Cuerpos tendidos, cuerpos
infinitos, concretos, olvidados del frío
que los irá inundando, colmando poco a poco.
Cuerpos dorados, brazos, anudada tibieza
olvidando la sombra ahora estremecida,
detenida, expectante, pronta para emerger
que escuda la piel ciega.
Olvidados también los huesos blancos
que afirman que no es un sueño cada vida,
más fieles a la forma que la piel,
que la sangre, volubles, momentáneas.
Cuerpos tendidos, cuerpos
sometidos, felices, concretos,
infinitos...
Surgen niños alegres, húmedos y olorosos,
jóvenes victoriosos, de pie, como su instinto,
mujeres en el punto más alto de dulzura,
se tienden, se alzan, hablan,
habla su boca, esa un día disgregada,
se incorporan, se miran, con miradas de eternos.

viernes, 13 de agosto de 2021

Al arroyo...

El pequeño arroyo / Vincent Van Gogh

¡Cómo eras de blanco, arroyuelo mío,
Cómo eras de blanco, de suave y de frío!
En la edad aquella ahora tan lejana
Pasabas cantando junto a mi ventana.
Era transparente
Tu suave corriente.
Se veía en tu fondo, como en un espejo
Andar lentamente los negros cangrejos
Y en algunas partes eras tan delgado
Que de un solo paso se iba al otro lado.
¡Parecías contento
Reír con el viento!
Siempre ibas sereno en tu marcha lenta
Y no te erizaba ni aún la tormenta
Y los viejos sauces haciendo un regazo
Trenzaban sus ramas como en un abrazo
 Y estabas sereno
Como un hombre bueno.

viernes, 6 de agosto de 2021

Isla ignorada

Isla Gorriti / Elsa Runde

Soy como esa isla que ignorada,
late acunada por árboles jugosos,
en el centro de un mar
que no me entiende,
rodeada de nada,
sola sólo.
Hay aves en mi isla relucientes,
y pintadas por ángeles pintores,
hay fieras que me miran dulcemente,
y venenosas flores.
Hay arroyos poetas
y voces interiores
de volcanes dormidos.
Quizá haya algún tesoro
muy dentro de mi entraña.
¡Quién sabe si yo tengo
diamante en mi montaña,
o tan sólo un pequeño
pedazo de carbón!
Los árboles del bosque de mi isla,
sois vosotros mis versos.
¡Qué bien sonáis a veces
si el gran músico viento
os toca cuando viene el mar que me rodea!
A esta isla que soy, si alguien llega,
que se encuentre con algo es mi deseo;
manantiales de versos encendidos
y cascadas de paz es lo que tengo.
Un nombre que me sube por el alma
y no quiere que llore mis secretos;
y soy tierra feliz que tengo el arte
de ser dichosa y pobre al mismo tiempo.
Para mí es un placer ser ignorada,
isla ignorada del océano eterno.
En el centro del mundo sin un libro
sé todo, porque vino un mensajero
y me dejó una cruz para la vida
para la muerte me dejó un misterio.

Gloria Fuertes