miércoles, 30 de julio de 2014

La soledad del escritor


"Carente de toda habilidad para pronunciar discursos y sin ningún dominio de la oratoria o la retórica, agradezco a los administradores de la generosidad de Alfred Nobel por este premio.

Ningún escritor que conozca a los grandes escritores que no recibieron este premio, puede aceptarlo sin humildad. No es necesario hacer una lista de estos escritores. Todos los aquí presentes pueden hacer su propia lista de acuerdo a su conocimiento y conciencia.

Me resulta imposible pedir al embajador de mi país que lea un discurso en el cual un escritor diga todas las cosas que están en su corazón. Las cosas que un hombre escribe pueden no ser inmediatamente captadas, y en esto algunas veces es afortunado; pero eventualmente se vuelven claras, y por estas y por el grado de alquimia que posea, perdurará o será olvidado.

Escribir al mejor nivel, conlleva una vida solitaria. Las organizaciones para premiar escritores mitigan la soledad del escritor, pero dudo que mejoren su escritura. Crece en estatura pública a medida que se despoja de su soledad y a menudo su trabajo se deteriora debido a que realiza su trabajo en soledad, y si es un escritor suficientemente bueno, cada día deberá enfrentarse a la eternidad o a su ausencia.

Cada libro, para un escritor auténtico, es un nuevo comienzo donde intenta cada vez alcanzar algo que está más allá de su alcance. Siempre intenta lograr algo que nunca ha sido hecho o que otros han intentado y han fracasado. Entonces algunas veces -con gran suerte- tiene éxito.

Cuán fácil resultaría escribir literatura si tan sólo fuera necesario escribir de otra manera lo que ya ha sido bien escrito. Debido a que hemos tenido tantos buenos escritores en el pasado es que un escritor se ve forzado a ir más allá de sus límites, allá donde nadie puede ayudarlo.

Como escritor, he hablado demasiado. Un escritor debe escribir lo que tiene que decir y no decirlo. Nuevamente les agradezco".

Ernest Hemingway (julio 1899 - julio 1961)
Discurso al recibir el Premio Nobel de Literarura en 1954

viernes, 25 de julio de 2014

Y no es verdad, dolor, yo te conozco


Y no es verdad, dolor, yo te conozco,
tú eres nostalgia de la vida buena
y soledad de corazón sombrío,
de barco sin naufragio y sin estrella. 


Como perro olvidado que no tiene
huella ni olfato y yerra
por los caminos, sin camino, como
el niño que en la noche de una fiesta 


se pierde entre el gentío
y el aire polvoriento y las candelas
chispeantes, atónito, y asombra
su corazón de música y de pena. 


así voy yo, borracho melancólico,
guitarrista lunático, poeta,
y pobre hombre en sueños,
siempre buscando a Dios entre la niebla.

Antonio Machado
julio 1875 - febrero 1939

jueves, 17 de julio de 2014

Millonarios



Tómame de la mano. Vámonos a la lluvia
descalzos y ligeros de ropa, sin paraguas,
con el cabello al viento y el cuerpo a la caricia
oblicua, refrescante y menuda, del agua.


¡Que rían los vecinos! Puesto que somos jóvenes
y los dos nos amamos y nos gusta la lluvia,
vamos a ser felices con el gozo sencillo
de un casal de gorriones que en la vía se arrulla.


Más allá están los campos y el camino de acacias
y la quinta suntuosa de aquel pobre señor
millonario y obeso, que con todos sus oros,


no podría comprarnos ni un gramo del tesoro
inefable y supremo que nos ha dado Dios:
ser flexibles, ser jóvenes, estar llenos de amor.

Juana de Ibarbourou
marzo 1892 - julio 1979

martes, 15 de julio de 2014

Poema 6


Te recuerdo como eras en el último otoño. 
Eras la boina gris y el corazón en calma. 
En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo 
Y las hojas caían en el agua de tu alma. 
Apegada a mis brazos como una enredadera. 
las hojas recogían tu voz lenta y en calma. 
Hoguera de estupor en que mi sed ardía. 
Dulce jacinto azul torcido sobre mi alma. 
Siento viajar tus ojos y es distante el otoño: 
boina gris, voz de pájaro y corazón de casa 
hacia donde emigraban mis profundos anhelos 
y caían mis besos alegres como brasas. 
Cielo desde un navío. Campo desde los cerros. 
Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma! 
Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos. 
Hojas secas de otoño giraban en tu alma.

Pablo Neruda 
julio 1904 - setiembre 1973

viernes, 11 de julio de 2014

Belleza efímera


Ayer naciste y morirás mañana.
Para tan breve ser, ¿quién te dio vida?
¿Para vivir tan poco estás lucida,
y para no ser nada estás lozana?
Si te engañó su hermosura vana,
bien prest la verás desvanecida,
porque en tu hermosura está escondida
la ocasión de morir muerte temprana.
Cuanto te corte la robusta mano,
ley de la agricultura permitida,
grosero aliento acabará tu suerte.
No salgas, que te aguarda algún tirano;
dilata tu nacer para tu vida,
que anticipas tu ser para tu muerte.

 (11 de julio de 1561 - 23 de mayo de 1627

miércoles, 9 de julio de 2014

Todas las manos


LA MURALLA


Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos:
Los negros, su manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Ay,
una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte.

—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—Una rosa y un clavel...
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El sable del coronel...
—¡Cierra la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—La paloma y el laurel... 
—¡Abre la muralla!
—¡Tun, tun!
—¿Quién es?
—El alacrán y el ciempiés...
—¡Cierra la muralla!

Al corazón del amigo,
abre la muralla;
al veneno y al puñal,
cierra la muralla;
al mirto y la yerbabuena,
abre la muralla;
al diente de la serpiente,
cierra la muralla;
al ruiseñor en la flor,
abre la muralla...

Alcemos una muralla
juntando todas las manos;
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.
Una muralla que vaya
desde la playa hasta el monte,
desde el monte hasta la playa, bien,
allá sobre el horizonte...

Nicolás Guillén

(10 de julio de 1902 - 16 de julio de 1989)

lunes, 7 de julio de 2014

Tú no necesitas temer


Temo tus besos, dulce dama.
Tú no necesitas temer los míos;
Mi espíritu va tan hondamente abrumado,
Que no puede agobiar el tuyo.

Temo tu porte, tus modos, tu movimiento.
Tú no necesitas temer los míos;
Es inocente la devoción del corazón
con la que yo te adoro.

(4 de agosto de 1792 - 8 de julio de 1822)

viernes, 4 de julio de 2014

Si me aceptas...



A tu orilla he venido. Tengo un otoño, un pájaro 
y una voz desusada. Tú me esperas: un río, 
una pasión y un fruto. Y tiene nuestro encuentro 
el vuelo, la corriente, seguros, proclamados.

He venido a tu orilla con los brazos tendidos 
y ahora ya soy la hierba que no termina nunca, 
el barro donde el agua sujeta sus mensajes 
y la cuna del cauce para mecer tu sueño.

Dime si estoy pendiente de mi diario trabajo, 
si basta a tus oídos mi tristísimo verso 
o si a mi sombra vive mejor mayo tu carne.

De tu orilla me iría si ahora me dijeras 
que te amo solamente como los hombres aman 
o que mi voz te suena como todas las voces.

(6 de julio de 1914 – 27 de febrero de 2001)

miércoles, 2 de julio de 2014

Todo lo puedo en mis sueños



En mis sueños
pinto como Vermeer van Delft.

Hablo fluidamente griego
y no sólo con los vivos.

Conduzco un auto
que me obedece.

Tengo talento,
escribo poemas largos, grandiosos.

Escucho voces
no menos que los grandes santos.

Se sorprenderían
de mi virtuosismo en el piano.

Floto en el aire como se debe,
es decir, por mí misma.

Si caigo del techo
puedo aterrizar suavemente en el verde césped.

No me es difícil
respirar bajo el agua.

No me puedo quejar :
he logrado descubrir la Atlántida.

Me complace que justo antes de morir
siempre me las arreglo para despertar.

Inmediatamente tras el estallido de la guerra
me vuelvo a mi lado favorito.

Soy, mas no necesito ser,
hija de mi tiempo.

Hace unos pocos años
vi dos soles.

Y antes de ayer un pingüino,
con toda claridad.

(2 de julio de 1923 - 1º de febrero de 2012)