jueves, 29 de abril de 2010

Los cuentos ayudan a motivar a los niños con cáncer


Existen muchas maneras de hacer feliz a un pequeño que, por motivos de salud, se encuentra aislado de sus pares y sometido a fuertes tratamientos. Algunos voluntarios de buen corazón les llevan juguetes, otros los divierten a través de representaciones artísticas y hay quienes se valen de la literatura para distraerlos... leer

martes, 27 de abril de 2010

Tus ojos



Tus ojos son la patria
del relámpago y de la lágrima,
silencio que habla,
tempestades sin viento,
mar sin olas, pájaros presos,
doradas fieras adormecidas,
topacios impíos como la verdad,
otoño en un claro del bosque
en donde la luz canta en el hombro
de un árbol y son pájaros todas las hojas,
playa que la mañana
encuentra constelada de ojos,
cesta de frutos de fuego,
mentira que alimenta,
espejos de este mundo,
puertas del más allá,
pulsación tranquila del mar a mediodía,
absoluto que parpadea, páramo.

Octavio Paz (1914 - 1998)
Poeta, escritor, ensayista y diplomático mexicano.
Premio Nobel de Literatura 1990.

lunes, 26 de abril de 2010

viernes, 23 de abril de 2010

23 de abril


Día mundial del libro y del derecho de autor

"De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación"

Jorge Luis Borges

jueves, 22 de abril de 2010

Noticias buenas y malas



Noticias buenas y malas.
Siempre la tragi-comedia.
Libres. Esclavos. Paz. Balas.
Modernismo y edad media.
Y bárbaros, sobre todo.
La barbarie nunca falta.

El hombre, fiera, sin modo
sobre sus víctimas, salta.
Sus víctimas!, si pudieras
contarlas! No, no podrías,
arrojadas, en las eras
hondas de las tiranías.

Nerón-Calles. Y tus labios
manchados por este nombre.
Homo Sapiens de los sabios,
homo lupus es el hombre
sin Jesús. Y punto y coma.

Lindbergh vuela, vuela, vuela.
Yanquilandia, mitad Roma
y mitad Cartago, vela.
De tanto velar, se enreda.
Y aunque no se ve camino,
todos pasan, sólo queda
indeclinable Sandino.

Por sus pequeños hermanos
¡Dios se lo pague! Sandino
protesta con las dos manos
alzadas. Será molino
de viento, como los otros?
Será juego del interés?
Y que relinchen los potros?
Y que hablemos en inglés?

Azarías Pallais
Poeta y sacerdote nicaragüense (1884 – 1954)

miércoles, 21 de abril de 2010

Cuando era un niño



Cuando era un niño amaba la noche.
Era de noche cuando soñaba cabalgar
en yeguas doradas espléndidas praderas.
Era de noche cuando mi padre y yo
hablábamos del miedo y el respeto
que le teníamos a la muerte.
Cuando mi padre y yo
nos encontrábamos
la noche no era el silencio.
Él me decía tranquilo
y sin ninguna esperanza
que yo entendiera:
La gente en general
tiene miedo de todo
yo sólo tengo miedo
de la muerte.
Ni el frío ni el hambre
ni ningún sacrificio
me dan miedo.
Ni la maldad ni el odio ni la envidia
sólo su incalculable presencia oscura
me hace temblar.

Miguel Oscar Menassa
Candidato Premio Nobel de Literatura 2010

martes, 13 de abril de 2010

A mi madre



Añoro el pan de mi madre,
El café de mi madre,
Las caricias de mi madre...
Día a día,
La infancia crece en mí
Y deseo vivir porque
Si muero, sentiré
Vergüenza de las lágrimas de mi madre.

Si algún día regreso, tórname en
Adorno de tus pestañas,
Cubre mis huesos con hierba
Purificada con el agua bendita de tus tobillos
Y átame con un mechón de tu cabello
O con un hilo del borde de tu vestido...
Tal vez me convierta en un dios,
Sí, en un dios,
Si logro tocar el fondo de tu corazón.

Si regreso. Tórname en
Leña de tu fuego encendido
O en cuerda de tender en la azotea de tu casa
Porque no puedo sostenerme
Sin tu oración cotidiana.
He envejecido. Devuélveme las estrellas de la infancia
Para que pueda emprender
Con los pájaros pequeños
El camino de regreso
Al nido donde tú aguardas.

Mahmud Darwish

lunes, 12 de abril de 2010

Yo no sé caminar

Yo no sé caminar
sé volar
Yo no sé hablar
sé escuchar
la música
y las palabras
de Joan Manuel Serrat
Yo no sabré subir
sé escalar
y no sabré andar
pero me sé sentar
a contemplar
una puesta de sol
en la montaña
y en el mar
Yo no sabré ver
pero sí mirar
los ojos de mi perro
que no pueden hablar.

II
Quiero morir en un día de invierno
gris, feo y frío,
para no tener tentación de seguir viviendo.
Moriré en esa época del año,
porque de todo el mundo he recibido frío.
Quiero morir en invierno
para que los niños hagan sobre mi tumba
muñecos de nieve.

III
Cuando me vaya
no quiero que me lloren ni se aflijan.
Cuando me vaya
la tierra me recibirá con música
de río desbocado y mi cuerpo
será devorado por los gusanos
y estos servirán de abono
porque así es esto, un círculo vicioso.
Mi alma se irá andando
por caminos no andados
y me dará un poco de miedo
cruzar el universo.
A los seres que he amado
los veré en su exacta dimensión
puesto que el río ya habrá lavado
los espejismos y la ilusión.
Nada se me hará desconocido
me iré como he venido, desnuda,
sin metas ni sentido
y los golpes se habrán extinguido.
Al irme, quiero hacerlo
con manos limpias de rencor,
sin odios, sin ambiciones, sin amor.
Esto se lo dejo a los vivos
que necesitan de todos estos juegos (absurdos).
Cuando me vaya, respiraré con alivio
y pasaré al otro mundo
dejando una ruta de triunfo.
Y sin embargo, extrañaré la flor...

Gabriela Brimmer (1947 – 2000)

miércoles, 7 de abril de 2010

Minas y abril



Soy fruto de los cerros
mi cuna fue de piedra
y mi tumba será también sin dudas
algún rincón soleado de la sierra
Nací, crecí como el clavel del aire
prendido entre las grietas
de esas piedras pizarras de mi pago
de aquel bravo y arisco Lavalleja....

Minuano donde tú vayas
no te canses de decir
que si Dios baja a la tierra
por el altar de la sierra
baja en minas y en abril.

Negra tierra labrantía
naranja nubes de abril
verde luz de los sauzales
y en las cañadas añil

Por las calles oro viejo
los cerros pizarra y gris
si te gustan los colores
mira el prisma de esas flores
cuando las florece abril.

Nunca más limpios los aires
atardecer de jazmín
ven que la luna creciente
con aguas del Penitente
llena su copa en abril

Me adormecí con cantos de chicharras
Volé en las tijeretas
y le corté a la noche de mi pago,
para el recuerdo, su mejor estrella
Bajé y trepé los espinazos duros
de las quebradas nuestras
y entre las medias luces de la tarde
recorté de horizonte mi silueta.

Nunca más limpios los aires
nunca más claro el perfil
y ese temblor de horizontes
y amarillo de esos montes
cuando los madura abril

De ennoviarla en el otoño
no te vas a arrepentir
la hizo novia el Arequita
Minas por siempre bonita
pero más linda en abril.

Santos Inzaurralde

ver

lunes, 5 de abril de 2010

La poesía es un arma cargada de futuro



Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

Gabriel Celaya (1911 - 1991)