miércoles, 5 de mayo de 2010

Lectura gratuita, inexplicable e inútil



La lectura la imagino y la anhelo como el último reducto para estar con uno mismo, para conservar nuestro absoluto y reverente silencio frente al ruido ensordecedor de la factoría en que se ha convertido el mundo. La lectura como un acto de amor, privado, pudoroso e íntimo.

Yo defiendo la lectura como un patio, un corredor y una escalera en el rincón de una casa eterna, ¡y mía!, a partir de la cual podré construir el sentido que tiene mi vida y el destino de mi pueblo, el destino de la historia que nos ha tocado vivir, el sentido del mundo que tenemos que forjar y erigir. La lectura donde uno comulga y fraterniza con el ángel y los hermanos que somos...(ver)

Danilo Sánchez Lihón

2 comentarios:

  1. Eso es la lectura, un acto de amor con uno mismo para escapar del mundo, y someterse a lo irreal, a lo fantasioso, a lo soñado... que resulta siendo más interesante que la realidad que se ve cuando se cierra un libro.

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  2. Gracias por tu comentario y por compartir el gusto por la lectura.

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