viernes, 17 de agosto de 2018

Ni me entiendo ni me entienden



Ni me entiendo ni me entienden;

ni me sirve alma ni sangre; 

lo que veo con mis ojos 

no lo quiero para nadie. 


Todo es extraño a mí misma, 

hasta la luz, hasta el aire, 

porque ni acierto a mirarla; 

ni sé cómo respirarle. 


Y si miro hacia la sombra 

donde la luz se deshace, 

temo también deshacerme 

y entre la sombra quedarme 

confundida para siempre 

en ese misterio grande.

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