jueves, 15 de enero de 2015

Siega la espiga y el último sol de la tarde


El segador, con pausas de música, 
segaba la tarde.
Su hoz es tan fina,
que siega las dulces espigas y siega la tarde.

Segador que en dorados niveles camina 
con su ruido afilado,
derrotando las finas alturas de oro 
echa abajo también el ocaso.

Segaba las claras espigas. 
Su pausa era música. 
Su sombra alargaba la tarde. 
En los ojos traía un lucero 
que a veces brincaba por todo el paisaje.

La hoz afilada tan fino 
segaba lo mismo
la espiga que el último sol de la tarde.

 (16 de enero de 1897 - 16 de febrero de 1977)

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