Aquel pasado, enhébrase en los huesos;lo que era llama y rayosahora el ánima hiela.¡Cuando éramos pequeños y corríamosjuntos con alboroto sin fin delicia loca,entre las horas tiernas ...!-cuando brillaban fuentes limpias llenasy de rosales altos, hoy anémicos,cálido olor en pétalos caía.¡Donde estarán ay! tantos camaradasprimeros, de estas Quintasque sólo ahora reflejan recuerdos!:¡los más altos de ellos no están, oh árboles!¡Algo que habla hay aún y algo suspirahablando de sus juegos, de sus padres!...-Rumores, tristezas; rotaestatua mira en las quintas,calma fría que apena...-¡Han desaparecidocomo aquellassonorashoras!Enrique Casaravilla Lemos
viernes, 27 de octubre de 2023
Miseria de las quintas
viernes, 20 de octubre de 2023
El ruido del mar
Hay un tejido, una red luminosaque tiembla en la arena, por abajo del agua.Se ve a través del verde transparentecomo una temblorosa trama.Cuando la ola rompe su espumaquedan burbujas sueltas, chiquitassobre la piel del agua:brillan intensa, nítidamenteen seguida se apagan.Por la suave curva de las olassobre su lento avancesobre su amplio movimiento segurola luz resbala.Se deslizan los resplandorespor los movedizos toboganes del agua.Ruido del mar, qué golpe derramadoqué entreverada voz y qué sonidotan confuso y oscurocuando todo en derredor está tan claro.Todos los límitesfirmes y recortadostodo con su color tan decididolos colores tocándoseuno al lado del otro, sin mezclarse.Y parece que cada uno: limpioy liso azul, rojo tejadoverdor brillantediera un sonido puro e inaudibley todos un acorde fuerte y claro.Pero el ruido del mar no se comprende,se desploma continuamente, insisteuna y otra vez, con un cansanciocon una voz borrosa y desgranada...Y no se sabequé es qué quiere o qué pideel turbio ruido oscurocuando todo en derredor está tan claro.Circe Maia
viernes, 13 de octubre de 2023
Testigo de excepción
Un mar, un mar es lo que necesito.
Un mar y no otra cosa, no otra cosa.
Lo demás es pequeño, insuficiente, pobre.
Un mar, un mar es lo que necesito.
No una montaña, un río, un cielo.
No. Nada, nada,
únicamente un mar.
Tampoco quiero flores, manos,
ni un corazón que me consuele.
No quiero un corazón
a cambio de otro corazón.
No quiero que me hablen de amor
a cambio del amor.
Yo sólo quiero un mar:
yo sólo necesito un mar.
Un agua de distancia,
un agua que no escape,
un agua misericordiosa
en que lavar mi corazón
y dejarlo a su orilla
para que sea empujado por sus olas,
lamido por su lengua de sal
que cicatriza heridas.
Un mar, un mar del que ser cómplice.
Un mar al que contarle todo.
Un mar, creedme, necesito un mar,
un mar donde llorar a mares
y que nadie lo note.
Francisca Aguirre
viernes, 6 de octubre de 2023
Poema en la tarde
Muchachas, muchachos,
a la rueda rueda
que en mi pecho tengo
toda la música de la tarde
y una alegría azul, que tiñe mis pupilas.
Muchachas, muchachos,
a la rueda rueda.
Que vuestra sea la calle
y toda la vereda.
Niña mía, si estás triste
te bajaré una estrella
y a la rueda rueda
tú jugarás con ella.
Muchachas, muchachos,
a la rueda rueda.
Que vuestra sea la calle
y toda la vereda.
Líber Falco
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