viernes, 28 de marzo de 2025

Olores

La lechera / Johannes Vermeer 


Casa, el olor a casa,

a tiempo que se fue de la mano,

a la mano que busca

entre las sombras la sombra

de su cuerpo, el pan casero.

Olor a agua, al agua

que habita en un lugar

donde las sombras andan

por adentro de todas las sombras.

Con sólo olor debiera ser posible

hacer el sol, luego una luna,

las estrellas, una mano y

si el tiempo alcanza, una casa

visible, un pan casero.


Salvador Bécquer Puig

viernes, 21 de marzo de 2025

El nido

 

Mi cama fue un roble
Y en sus ramas cantaban los pájaros
Mi cama fue un roble
Y mordió la tormenta sus gajos.
 
             Deslizo mis manos
Por sus claros maderos pulidos,
Y pienso que acaso toco el mismo tronco
Donde estuvo aferrado algún nido.
 
             Mi cama fue un roble.
Yo duermo en un árbol.
En un árbol amigo del agua,
Del sol y la brisa del cielo y el musgo,
De lagartos de ojuelos dorados
Y de las orugas, de un verde esmeralda.
 
             Yo duermo en un árbol.
¡Oh, amado!, en un árbol dormimos.
Acaso por eso me parece el lecho
Esta noche, blando y hondo cual nido.
 
 Y en ti me acurruco como una avecilla
Que busca el reparo de su compañero.
¡Que rezongue el viento, que gruña la lluvia!
Contigo en el nido, no sé lo que es miedo.

Juana de Ibarbourou

viernes, 7 de marzo de 2025

Cambios


Unas veces el cambio se prepara
en forma subterránea pero estalla
de modo brusco, abierto:
nova en el cielo
grieta en la tierra
inundación de luz en plena noche
lengua de fuego
asoma sorpresivamente en la mirada
del otro, vuelto Otro, vuelto ajeno.

Otros cambios se gestan
imperceptiblemente.
De una oscura manera
de un modo
silencioso
lo que no estaba está y lo que estaba
es destruido.

Pero tan gradualmente
que siempre quedan restos:
de la mirada, alguna
chispa
alguna vez.
De la voz, algún eco
(palabra no enfriada
todavía).


Circe Maia

jueves, 27 de febrero de 2025

No rechaces los sueños por ser sueños



No rechaces los sueños por ser sueños.
Todos los sueños pueden
ser realidad, si el sueño no se acaba.
La realidad es un sueño. Si soñamos
que la piedra es la piedra, eso es la piedra.
Lo que corre en los ríos no es un agua,
es un soñar, el agua, cristalino.
La realidad disfraza
su propio sueño, y dice:
”Yo soy el sol, los cielos, el amor.”
Pero nunca se va, nunca se pasa,
si fingimos creer que es más que un sueño.
Y vivimos soñándola. Soñar
es el modo que el alma
tiene para que nunca se le escape
lo que se escaparía si dejamos
de soñar que es verdad lo que no existe.
Sólo muere
un amor que ha dejado de soñarse
hecho materia y que se busca en tierra.

Pedro Salinas

viernes, 21 de febrero de 2025

Esperanzas



Y a veces pienso que sí; 
que el mundo florecerá.
Sobre el limo
y el agrio dolor humano
florecerá.
Un ruso, un americano, 
un francés, un alemán
todos juntos, de la mano
bailarán.
Un chino y un africano
bailarán.
La Humanidad
como un trompo de esperanzas 
bailará.

El Amor Universal
lo hará girar.
Sobre las ruinas de imperios
lo hará girar; 
sobre el odio de las razas
lo hará girar.

Hasta el rico y hasta el pobre
bailarán; 
hasta el necio y hasta el sabio
bailarán;
hasta el vivo y hasta el muerto
bailarán.
Esa ronda fraternal
como un gran tropo de flores 
bailarán... ¿Bailarán? ¡Bailarán!.

                  Hyalmar Blixen 

viernes, 14 de febrero de 2025

Campo

 

El cielo es de ceniza. 
Los árboles son blancos, 
y son negros carbones 
los rastrojos quemados. 
Tiene sangre reseca 
la herida del Ocaso, 
y el papel incoloro 
del monte está arrugado. 
El polvo del camino 
se esconde en los barrancos, 
están las fuentes turbias 
y quietos los remansos. 
Suena en un gris rojizo 
la esquila del rebaño, 
y la noria materna 
acabó su rosario. 

El cielo es de ceniza, 
los árboles son blancos.

Federico García Lorca


viernes, 7 de febrero de 2025

Esquila

 


Ahí vino y me tocó el hombro
la mano del vellonero;
una ficha pa' mi lata
y un vellón, pa'l estanciero.

Está linda la majada,
mucha suarda bien sudada,
y la tijera dispara
como una boga en el agua.

Hoy esquilé ciento treinta,
vellón, barriga y garreo;
y de barrerme la cancha
se me cansó el benteveo.

¡Jue pucha, bicho pesa'o!,
rezonga el agarrador,
y a contraluz en la bolsa,
malambea el embolsador.

Ahí vino y me tocó el hombro
la mano del vellonero;
otra ficha pa' mi lata
y un vellón, pa'l estanciero.

Es la vida del zafrero,
mucho sudor, poca plata,
muchos cuentos y promesas,
pa' seguir viviendo a gatas.

Yo sé doblar la cintura,
pero no doblo el cogote,
ni ando buscando comparsa
pa' salir a dar chicote.

Ahí vino y me tocó el hombro
la mano del vellonero;
otra ficha pa' mi lata
y otro vellón... de mi cuero.

Alfredo Zitarrosa