Más tarde cuando nada deseaba
pasión de ausencia he conocido
en la memoria de mi deseo
del albedrío que nunca obtuve.
Ahora que no tengo sed y todo gesto
ya se reduce a no hacer ruido en las tinieblas
esta nostalgia del albedrío de alguno, vuelve.
Despacio oscila alrededor como una lámpara
y todavía por ella sé que el fuego existe.
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