Redes

viernes, 17 de enero de 2025

La luz a ti debida


La muchacha de la perla / Johannes Vermeer


Sé que llegará el día en que ya nunca
volveré a contemplar
tu mirada curiosa y asombrada.
Tan sólo en tus pupilas
compruebo todavía,
sorprendido,
la belleza del mundo
—y allí, en su centro, tú
iluminándolo.

Por eso, ahora,
mientras aún es posible,
mírame mirarte;
mete todo tu asombro
en mi mirada,
déjame verte cuando tú me miras
también a mí,
asombrado
de ver por ti y a ti, asombrosa.

Ángel González

viernes, 10 de enero de 2025

La palabra


Una sola será mi lucha

Y mi triunfo;

Encontrar la palabra escondida

aquella vez de nuestro pacto secreto

a pocos días de terminar la infancia.

Debes recordar

dónde la guardaste

Debiste pronunciarla siquiera una vez...

Ya la habría encontrado

Pero tienes razón ese era el pacto.

Mira cómo está mi casa, desarmada.

Hoja por hoja mi casa, de pies a cabeza.

Y mi huerto, forado permanente

Y mis libros como mi huerto,

Hojeado hasta el deshilache

Sin dar con la palabra.

Se termina la búsqueda y el tiempo.

Vencida y condenada

Por no hallar la palabra que escondiste.


Stella Díaz Varín

viernes, 3 de enero de 2025

El regalo que yo quiero


Yo no deseo un regalo

que se compre con dinero.

He de pedir a los Reyes

algo que aquí no tengo:

pido dones de alegría

y la canción de un jilguero,

y la flor de la esperanza

y una fe que venza el miedo.

Pido un corazón muy grande

para amar al mundo entero.


Yo pido a los Reyes Magos

las cosas que hay en el cielo:

un vestido de ternura,

una cascada de besos,

la hermosura de los ángeles,

sus villancicos y versos,

y una sonrisa del Niño.

El regalo que yo quiero.


Gloria Fuertes






viernes, 20 de diciembre de 2024

El equipo de Biblioteca de la Facultad de Agronomía desea a todos felices fiestas y feliz año nuevo.

Haz que tu vida sea
campana que repique
o surco en que florezca y fructifique
el árbol luminoso de la idea.
Alza tu voz sobre la voz sin nombre
de todos los demás, y haz que se vea
junto al poeta, el hombre.
Llena todo tu espíritu de lumbre;
busca el empinamiento de la cumbre,
y si el sostén nudoso de tu báculo
encuentra algún obstáculo a tu intento,
¡sacude el ala del atrevimiento
ante el atrevimiento del obstáculo!
Nicolás Guillén


viernes, 13 de diciembre de 2024

Me pesas como un fardo

Escultura de Carmen Martín Gaite en la Plaza de los Bandos, Salamanca


Me pesas como un fardo, primavera.
No tengo fuerzas para alzar de nuevo

la antorcha de mi risa y de mi engaño
contra tus hojas nuevas.

Ya no es tarde ni es noche.
En la plaza los pájaros se persiguen, antiguos.
En la plaza se encienden los faroles.

Me pesas, primavera.
Henchidos de tu zumo,
los niños se han perdido de la tierra.
Buscan aquel palacio de ahora mismo,
apagado de pronto en el ocaso,
apagado al final de sus veredas.

Antigua tarde. Pájaros antiguos.
Bajo un cielo cuajado de lunares
se encienden los faroles
y se pierden los niños.

Me tumbo bocabajo,
no tengo fuerzas para alzar de nuevo
la antorcha de mi risa y de mi engaño;
primavera de luz inabarcable,
me pesas como un fardo.

Carmen Martín Gaite

viernes, 6 de diciembre de 2024

La noche no es nunca completa

Noctámbulos /  Edward Hopper. 1942
http://www.artic.edu/aic/collections/artwork/111628
 https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=25899486

La noche no es nunca completa.
Hay siempre, ya que lo digo,
ya que lo afirmo,
al final de la desdicha
una ventana abierta,
una ventana iluminada.
Hay siempre un sueño que vela,
deseo que colmar,
hambre que calmar,
un corazón generoso,
una mano tendida,
una mano abierta,
ojos atentos,
una vida: la vida para compartir.

Paul Eluard

viernes, 29 de noviembre de 2024

Vivo allí donde estuve

 

Desde un lugar que aprendo
a recorrer cada mañana, vuelvo
sobre mis pasos y te espero
allí donde estoy solo.

Matinal
ofertorio del sueño, escribo el nombre
de tu vida, te vas desentrañando
entre las hoscas hojas traicionadas
en la noche. Eres la reclusión
donde me sacio, el acuciante
azar en que te tengo
cada día, amor propiciatorio que reúne
lo perdido.
                   
Vivo allí donde estuve,
junto al mar delirante, libre
velocidad inmóvil orillada
de fuego, bosque lustral
de la alegría.

¿Qué me queda
de aquel itinerario, habitaciones
clandestinas, bautismales refugios
de única verdad, qué me queda
detrás del sortilegio? Ser
feliz un instante y perderte, mientras
vuelvo sobre mis pasos cada día.

José Manuel Caballero Bonald