Anatomía / Juan Gatti |
Démonos prisa a amar, la gente se va tan pronto,sólo dejan tras ellos sus zapatos y un teléfono mudo.Sólo lo fútil se arrastra pesadamente,lo importante es tan veloz que sucede de repentey luego un silencio normal y por eso insoportable,como la pureza nacida del más simple desconsuelo,cuando pensamos en alguien y nos quedamos sin él.No estés tan seguro de tener tiempo, lo seguro es inseguro,nos quita lo sensible como toda dicha,llega simultáneamente como el humor y lo solemne,como dos pasiones siempre más débiles que una.Desaparecen tan pronto como calla el tordo en julio,como un sonido algo torpe o como una sorda reverencia.Para ver de verdad cierran los ojos,aunque es más arriesgado nacer que morir.Amamos siempre poco y demasiado tarde.No escribas sobre esto con frecuencia,sino de una vez por todasy serás como un delfín bondadoso y fuerte.Démonos prisa a amar, la gente se va tan prontoy los que no se van, no siempre vuelveny al hablar de amor nunca se sabe si el primeroes el último o el último el primero.