Te
vimos niño y no te determinamos
porque estabas muy
incipiente,
se puede decir que te ignoramos
porque eso hace
el común de la gente.
Vimos
correr todos tus meses
mientras ibas poco a poco avanzando
y
ahora por extraño que parece
apenas hoy te valoramos.
Hoy
que estás ya envejecido
que estas a punto de expirar
entonces
no quieren echarte al olvido
y algunos hasta se ponen a llorar.
Adiós
viejo año, tu hoy te vas, amigo
perdona si te he sido
indiferente,
yo por ahora, mi camino prosigo
aunque el mío
tampoco es para siempre.
Alejandro José Díaz Valero